domingo, 30 de mayo de 2010

El perquè de tot plegat


Todo en esta vida, tiene un principio, y tiene un final.
Alfa y Omega, dirian los antiguos griegos.
Pero aparte de el hecho, de que tot empieza y acaba.. todo, absolutamente todo, tiene un porque.

Razones.



El 12 de febrero de 1939 cuando faltaban muy pocas semanas para que terminase la guerra y las fuerzas nacionales se dislumbraban como claras vencedoras, por cuanto los bandos republicanos se encontraban muy tocados después de la batalla del Ebro, se produjo el bombardeo de la Estación de Ferrocarril de Xàtiva por parte de la Aviazione Legionaria Italiana, justo en el momento en que llegaba un convoy de soldados de la 49 Brigada Mixta. 129 personas murieron en este bombardeo, de los cuales tres eran niños y catorce mujeres. 109 lo hicieron en el mismo lugar del ataque, y el resto en hospitales. Esta ofensiva final y brutal ya no tenía ningún sentido, puesto que las fuerzas nacionales tenían ganada la guerra, pero se pretendió demostrar una fuerza que intimidase a la población.

Eran las 9,45 de la mañana cuando el tren en que viajaba la 49 Brigada Mixta entraba en la estación de Xàtiva, donde un gran número de personas se encontraban esperando a los soldados. Según cuenta Eladi Mainar, aparecieron cinco aviones italianos pertenecientes al Grupo de la Aviazione Legionaria delle Baleari, una altura aproximada de 4.200 metros procedentes de la base aérea de Son Sant Joan, cerca de Palma de Mallorca. Los aviones llegaron a Xàtiva sin ningún problema y sin que nadie les hiciese frente. En ese mismo momento dejaron caer 20 bombas de 250 kilos cada una de ellas. Su estallido fue espectacular cayendo sobre el tren lleno de soldados, pero además el impacto alcanzó a muchos civiles que se encontraban en la estación, tal y como recuerdan los testigos.

Un total de 109 muertos fue el resultado de la masacre, a los que hay que añadir los que perdieron la vida días después en los hospitales a consecuencia de las heridas.




El recuerdo a las víctimas de esta masacre en la retaguardia de la Guerra Civil se ha hecho gracias a una iniciativa del Consell de la Joventut de Xàtiva mediante el monumento bautizado como Aixopluc, del artista setabense Miquel Mollà, el cual simboliza dos brazos en alto intentando cobijarse de las bombas caídas del cielo.Este momumento, luce, en la misma estación de ferrocarril, en donde años atrás dejaron caer las bombas.



Ésta es mi explicación, mi razón, mi argumento, mi porqué...
eso es Aixopluc (cobijo)
Tres años atrás, inicié la aventura del fotolog, con el mismo título.
Necesitaba cobijarme. No de las bombas, sino.. de mi misma.
Hoy, inauguro este blog, y pasado el tiempo, me doy cuenta de que realmente ya no necesito esconderme, de nada , ni de nadie.
Pero, inevitablemente, cuando escribo.. me siento cobijada.


Benvinguts al meu racó, benvinguts, a l'aixopluc