domingo, 3 de julio de 2011

Entre tú, y yo. CAP.1 "Entre querer y amar"



-¿sabes? Creo que acabamos de hacer el amor….

-Jaja, ¿y eso? –respondió él.

-No lo se… supongo que por el ritmo del sexo, por el cuidado del uno por el otro, por esta sensación que tengo ahora…

-¿qué sensación tienes?

-emm… después de mantener relaciones sexuales, nuestro cerebro segrega oxitocina… la llaman la hormona del amor, puede que sea por eso.

-pero… si se segrega oxitocina siempre, ¿porqué no has tenido antes esa sensación que dices tener ahora? No es la primera vez que nos acostamos.

Formaban buena pareja. Ella y su mente analítica y él y su mente curiosa, preguntona, cotilla. Cuando hablaban sobre sus emociones, ambos se ayudaban a descubrir qué era lo que estaban sintiendo. Ella, con sus a veces increíbles, pero curiosamente acertadas teorías, y él con sus preguntas de respuesta obvia, redundantes incluso, retóricas muchas veces, pero al fin y al cabo preguntas…

Aún así ella siempre le respondía, o al menos lo intentaba. Le gustaba. Era como mantener un diálogo con ella misma en voz alta, porque siempre hablaban de los sentimientos de ella. Él, la mayoría de veces se limitaba a asentir.

-Eso será que me quieres. –le dijo él mirándola con una medio sonrisa en los labios caprichosa y juguetona. Ella le respondió con una sonrisa de complicidad, y siguió mirando el techo de la habitación, como quién está mirando un interesante programa en la televisión y apenas levanta la cabeza para contestar si para cenar quiere carne o pescado.

-No. –siguió ella muy segura. No es eso… yo ya te quiero. Te quiero desde el día que quise acostarme contigo. Puede que solo quisiera tu cuerpo, pero tu cuerpo es tuyo, y yo lo quería, así que te quiero, desde antes de acostarnos, supongo.

-Amm… -respondió él intentando aún entender esa reflexión. Ella prosiguió.

- Supongo que lo que me pasa ahora es que me he enamorado de ti.

-Amm… -él de nuevo, parecía impasible, pero esta vez, en lugar de mantener silencio, continuó con una de sus preguntas.

-¿tan bien te lo he hecho hoy que incluso te he enamorado?

Esa era otra de las cosas que le encantaban de él, esa capacidad para quitar hierro al asunto más escabroso y al momento más incómodo. Quizá por eso ella se sentía tan a gusto al hablar con él, porque parecía que él nunca la iba a censurar, nunca iba a cortar sus meditaciones o pensamientos. Él, pasara lo que pasara, y dijera lo que dijera ella, siempre seguía preguntando. Era como el eterno insatisfecho, ávido de información. De información de ella, y sobre ella. Le gustaba.

Ella, en respuesta, no pudo más que soltar aire y cerrar los ojos, entre riéndose, y sintiéndose molesta, entre divertida y preocupada, entre queriéndolo, y… amándolo.

2 comentarios:

  1. Jo... a mí me da mucha rabia la gente que le quita hierro al asunto, aunque es de agradecer..porq decir todo a serio no es bueno...

    aysss... yo tb me enamoré del cuerpo antes incluso de... y me enamoro a mi pesar

    ...

    aysssssssssssss

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  2. No es eso… yo ya te quiero. Te quiero desde el día que quise acostarme contigo. Puede que solo quisiera tu cuerpo, pero tu cuerpo es tuyo, y yo lo quería, así que te quiero, desde antes de acostarnos, supongo.

    LOVE

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