viernes, 8 de julio de 2011

Entre tú, y yo. CAP.2 "No me esperes"

-¿Qué haces tú aquí?

-¿Molesto?

-No, no es eso…. Pero en pleno siglo XXI, con teléfonos móviles, tuenti, facebook, twitter, Messenger, emmm…. Veo inevitable pensar que es casi una falta de educación que te presentes en mi casa sin avisar. ¿Y si no estoy sola?

- Sabía que lo estabas. -dijo él con una maliciosa sonrisa dibujada en el rostro.

- ¿como?

- Intuición masculina. -afirmó con su sonrisa de nuevo.

-Los hombres no tenéis de eso. Y tú aún menos. -ella frunció el ceño.

-jajajaja –él rió.

Mientras se estaba produciendo esta conversación, él, con una habilidad asombrosa, como ensayada y repetida con los ojos cerrados, había conseguido guiarla hasta la habitación, y ya la tenía prácticamente desnuda. Pero había sido más habilidoso si cabe por el hecho de que ella no se había dado cuenta de que había pasado todo eso, y solo al verse su torso desnudo en el espejo nuevo de su habitación se percató de que estaba a punto de follar de nuevo, con él, de nuevo.

-Oye, ¿qué haces?

-¿Es que no quieres? –ésta vez sí que parecía haberle importado la pregunta de ella, y paró. Y se quedó mirándola a los ojos. Con una mirada que ella no sabía muy bien cómo interpretar… entre suplicante y deseosa, entre cariñosa y viciosa, entre prohibida y pura.

- Emm…no, no es eso –respondió ella. Es solo que… no sé cómo hemos llegado a esta situación.

- ¿A qué situación?

Él, tan preguntón como siempre, dejaba que fuera ella la que hablara sobre la situación, la que expresara sus opiniones, cuando en realidad, en la práctica, el que acababa haciendo y deshaciendo a su antojo era él. Solo cuando obtenía de ella un no rotundo, él paraba. Pero esa situación aún no se había dado, así que él no había parado nunca. Solo, quizá se había echado atrás alguna que otra vez por alguna que otra reflexión de las que ella tenía. Él no lo demostraba, pero los pensamientos de ella, a veces, llegaban a asustarle. Lo asustaban porque a veces, ella decía en voz alta lo que él temía escuchar. Así que no se arriesgaba demasiado a la hora de hacer las preguntas, no se atrevía en muchas ocasiones a apostillar nada, porque era consciente de que así ella sabría más de lo que ya sabía, y todo lo que sabía, ella lo había deducido, sin necesidad de que él le hubiera contado prácticamente nada. No quería jugar con desventaja, quería continuar teniendo la “sartén por el mango”.

En ésta ocasión, él no tenía ni idea de por dónde le iba a salir ella, quizá le preguntaba por qué estaban haciéndolo de nuevo, si apenas hacía horas que se había ido de su casa, pero lo cierto es que él tenía muchas ganas de verla. Le apetecía, y lo hacía, y punto. De hecho él pocas veces, antes de conocerla a ella se había parado a pensar tanto en el por qué de sus acciones. Solo sabía que cuando hacía algo, era porque quería, sin muchas veces preocuparse demasiado de cuáles podrían ser las consecuencias. Y a decir verdad, había sido afortunado, ya que ninguna de sus acciones pasadas le había costado un especial quebradero de cabeza. Hasta el día que la conoció, no había tenido que preocuparse por las consecuencias de ninguna de sus acciones, así que seguía con su método “me apetece, lo hago y punto.” Pero se acababa de dar cuenta, como una iluminación divina, como una revelación en un sueño, que había cambiado. Que tantas horas con ella, le habían hecho reflexionar. Que cada vez que ella hablaba, él, secretamente pensaba, de hecho, ¡joder! Lo estaba volviendo a hacer, estaba dándole vueltas a las cosas de nuevo. Como hace ella.

-A ésta, en la que tú, te presentas en mi casa sin previo aviso.

-Oye, lo siento. No pensé que fuera tan importante. Te llamaré la próxima vez antes de venir, ¿de acuerdo?

- Sí. Será mejor que lo hagas, porque puede que me pilles follando con otro.

Él, antes de que ella hiciera esa afirmación estaba despasándole juguetonamente los botones del pantalón, pero al escuchar aquello paró en seco.

-¿Qué? ¿Estás follando con otro?

Ella entendió muy bien esta mirada que él de pronto le propinaba. Su semblante cambió. Su gesto era más duro, su entrecejo estaba fruncido, su mirada de verdad necesitaba una respuesta, y no cualquier respuesta, sino una concreta.

-No. No estoy follando con otro. Pero me ha gustado mucho tu reacción, así temo menos al decirte que lo que me preocupa.

-¿Temer? ¿Acaso sigues temiendo?

- Sí. Temo esto que acaba de pasar.

-¿Qué acaba de pasar? Cariño… -él pocas veces utilizaba palabras cariñosas, pero cuando lo hacía, a ella le gustaba, y él lo sabía.- Vas a tener que explicarte mejor…

- Das por sentado que solo te espero a ti, que solo estoy contigo. Y temo, porque yo realmente solo te espero a ti, y no me importa la hora a la que entres en mi casa, porque estaré sola. Pero lo que no quiero, es estar esperándote. Ni a ti, ni a nadie.

Él se tumbó a su lado en la cama. Ya lo había vuelto a hacer. De nuevo le había hecho pensar. No sabía ni qué decir, ni qué contestarle, ni lo que es peor, qué preguntar. Ni tan sólo se le ocurría hacer una pregunta estúpida para ganar tiempo. Tuvo ganas de irse. Pero no podía hacerlo. Lo único que se le ocurrió decir fue…

-No me esperes.


1 comentario:

  1. AAAAAAARHHH qué egoistas son...yo después del : estoy follando con otro...y su mirada en seco... hubiera seguido con esa farsa, pero reconozco....que después..siempre se cede y se dice: no, no, no lo estoy haciendo. ¿POR QUÉ? me pregunto..por ese temor a que ya no nos vuelva a llamar...cuando en el fondo podríamos follarnos a tres o cuatro, puesto que él hace lo que le sale del ORTO.
    nada..si es que no aprendemos...

    lo peor..es que es cierto, q esperamos, y esperamos y estamos completamente a su disposicion cuando es NUESTRO PEOR ERROR.

    este cacho"- Das por sentado que solo te espero a ti, que solo estoy contigo. Y temo, porque yo realmente solo te espero a ti, y no me importa la hora a la que entres en mi casa, porque estaré sola. Pero lo que no quiero, es estar esperándote. Ni a ti, ni a nadie."

    este cacho tan comun.... es lo que nos hace que ellos se crean que nos tienen cuando quieran (aunque sea verdad) jajajajajajaaj

    diosss..NEVER AGAIN...

    tengo q reflexionar.

    MUy bueno..sin duda...de hecho me he atacado de ls nervios JAJAJAJAJJAJ

    MUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA

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